Han pasado 50 años desde la muerte de Francisco Franco, pero España sigue dividida en torno a su figura. Según varias investigaciones, parte de los jóvenes expresan cada vez más apoyo al franquismo, en un contexto en el que los movimientos de la extrema derecha aumentan su peso, no solo en España sino también en otros países de Europa.
Sin embargo, aún quedan los que vivieron en carne propia la represión y tortura, y se oponen a la exaltación de Franco. Explican que la radicalización de la juventud se debe a la falta de educación sobre aquellos hechos.
Algunos jóvenes expresan cansancio hacia el discurso 'woke', e incluso ven la dictadura como una alternativa. "Parece mejor que lo que tenemos ahora. No había tantas libertades pero había mejores condiciones", dice Álvaro Cobos, ciudadano español.
Encuestas recientes muestran que uno de cada cinco jóvenes cree que la dictadura franquista fue buena o muy buena.
No obstante, quienes vivieron la represión recuerdan lo contrario. Julio Pacheco, víctima de torturas franquistas, critica la falta de memoria histórica y apunta a la ignorancia como motor de esta nueva ola franquista.
"En España no se ha estudiado historia. Todas estas generaciones no saben nada de lo que fue esa época porque se ha silenciado aposta. Ha sido uno de los pactos de la transición. Silenciar todo eso", sostiene.
Aunque la Ley de Memoria Histórica de 2007, impulsada por el Gobierno socialista de José Luis Rodriguez Zapatero; y la exhumación de Franco en 2019, en un acto simbólico por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez, han marcado avances en el reconocimiento de las víctimas de persecución durante la Guerra Civil y la dictadura, para algunos siguen siendo insuficientes.
En la Unión Europea, el auge de la extrema derecha también es evidente, los movimientos radicales se han extendido en distintos parlamentos. En Alemania, este 2025, el partido de derecha, Alternativa por Alemania (AfD), obtuvo más del 20 % de los votos en las elecciones federales. Según Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, "la UE, en los últimos 35 años, se ha preocupado de ejercer su anticomunismo más que su antifascismo".

