En una carta conmovedora y característicamente franca dirigida a los accionistas del grupo financiero Berkshire Hathaway, el empresario e inversor estadounidense Warren Buffett trascendió el mero anuncio de su jubilación para transmitir un relato que integraba historia personal, transición corporativa y una profunda filosofía de vida, culminando en una auténtica lección sobre cómo vivir.
Transición y legado: el plan de Buffett para el futuro
Antes de compartir sus reflexiones vitales, Buffett delineó varios anuncios clave. Confirmó que Greg Abel le sucederá como CEO, afirmando: "No se me ocurre ningún director ejecutivo […] al que elegir antes que a Greg para gestionar sus ahorros y los míos".
Respecto al futuro de Berkshire, Buffett señaló que, si bien sus perspectivas actuales superan el promedio, el tamaño del conglomerado hará que muchas empresas logren mejores resultados en una o dos décadas. No obstante, asegura que su modelo de gestión convierte a Berkshire en la empresa con menos probabilidades de sufrir una catástrofe que él conoce. Reconoció que las acciones probablemente sufrirán fuertes fluctuaciones —incluso caídas del 50 %, como ya ocurrió tres veces en sesenta años—, pero aconsejó no desesperar: "Estados Unidos se recuperará, al igual que las acciones de Berkshire".
Un tema recurrente fue el énfasis en la suerte. Atribuyó su éxito a la "suerte tonta" de haber "nacido en 1930, sano, razonablemente inteligente, blanco, hombre y en Estados Unidos". Afirmó que la fortuna es "tremendamente injusta", señalando que otros, incluidas sus propias hermanas, enfrentaron una "perspectiva muy diferente".
Citando su "longevidad inesperada", anunció una aceleración en las donaciones a las fundaciones de sus hijos, expresando su confianza en su capacidad para gestionar el legado. Afirma explícitamente que no cree en "gobernar desde la tumba" y confía en que sus hijos se adapten a un mundo cambiante.
La filosofía definitiva: la guía de Buffett para una vida significativa
Al concluir los temas corporativos, Buffett presentó sus reflexiones vitales a través de consejos concretos.
1. Vive la vida por la que quieres ser recordado
Propone usar el legado deseado como brújula para las acciones presentes, ilustrándolo con la historia de Alfred Nobel, quien modificó su trayectoria tras leer su obituario por error. "No espere una confusión periodística: decida lo que le gustaría que dijera su obituario y viva la vida para merecerlo."
2. La grandeza se define por la decencia, no por la riqueza
Define el éxito genuino mediante acciones más que por acumulación material: "La grandeza no se consigue acumulando grandes cantidades de dinero, gran publicidad o gran poder en el gobierno. Cuando ayudas a alguien de cualquiera de las miles de formas posibles, ayudas al mundo".
Esta idea la condensa en un principio fundamental: "La amabilidad no cuesta nada, pero tampoco tiene precio. Tanto si es religioso como si no, es difícil superar esta regla de oro como guía de comportamiento".
3. Elige sabiamente a tus héroes y aprende de los mejores
"Encuentre a los héroes adecuados y cópielos", insta. "Eliga a tus héroes con mucho cuidado y luego imítalos. Nunca será perfecto, pero siempre puede ser mejor".
4. Aprende de los errores y sigue adelante
A sus 95 años, muestra una perspectiva de evolución constante: "Me alegra decir que me siento mejor con la segunda mitad de mi vida que con la primera". "Mi consejo: no se castigue por los errores del pasado, aprenda al menos un poco de ellos y siga adelante. Nunca es demasiado tarde para mejorar".
- Desde que asumió el control de Berkshire Hathaway en 1965, Warren Buffett ha liderado una de las transformaciones empresariales más extraordinarias de la historia: convertir una obsoleta fábrica textil en un coloso de un billón de dólares con presencia en sectores clave como seguros, ferrocarriles, energía y consumo. Este lunes, el legendario inversor anunció que dejará de escribir las cartas anuales a los accionistas -documentos seguidos religiosamente por el mundo financiero- y "se quedará en silencio".



