Opinión
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Carmen Parejo Rendón
Escritora y analista en distintos medios audiovisuales y escritos. Directora del medio digital
Revista La Comuna. Colaboradora en Hispan TV y Telesur. Enfocada en el estudio y análisis de
la realidad latinoamericana y de Asia Occidental.

La OTAN y la UE no solo provocaron la guerra en Ucrania, sino que se niegan a ponerle fin.

La ruptura de relaciones entre la nación germánica y Moscú supuso, entre otras cosas, la pérdida de acceso al gas barato que ha sido clave para el desarrollo industrial alemán.

Mientras los 'dueños' de estos Estados sigan siendo el gran capital y sus intereses, vamos hacia la pérdida de derechos, la guerra y la incoherencia.

La UE ha demostrado que su rechazo a la extrema derecha es, en el mejor de los casos, selectivo: no hay 'cordón sanitario' si estos partidos apoyan a la OTAN.

Trump lanzó el órdago contra un país que, con sus dificultades, intenta superar los pesados lastres heredados del colonialismo y el apartheid.

¿Por qué el mandatario republicano no asume la deportación de los cientos de delincuentes estadounidenses que llevan años desangrando las esperanzas del pueblo colombiano?

Las fricciones aumentan y el modelo occidental muestra sus puntos frágiles.

Hay algo que a los odiadores, nativos o extranjeros, les preocupa mucho más que un gobierno más o menos afín: un pueblo consciente.

Desde la perspectiva del derecho internacional, no existe ninguna justificación para una intervención militar a territorio venezolano.

En la nación norteamericana, muchos derechos laborales básicos, como el permiso de maternidad remunerado, las vacaciones pagadas o la protección frente al despido arbitrario, no están garantizados por ley.

Las declaraciones del presidente electo estadounidense están en sintonía con la historia intervencionista del país norteamericano.

Es necesario volver a ese 14 de diciembre de 1994. En ese momento, EE.UU. se alzaba triunfante en un mundo claramente unipolar, Cuba padecía el aislamiento en pleno período especial, Chávez aún no había llegado al poder, y aún así la historia siguió y las victorias se multiplicaron.