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Crisis gala: Los impuestos 'ahorcan' a los dueños de la mediana empresa en Francia
El Gobierno francés ha subido los impuestos para el sector del pequeño negocio hasta tal punto que los empresarios no obtienen ningún beneficio. Sus ingresos solo llegan para pagar las tasas, adquirir mercancía y pagar el sueldo a los empleados.
Estos días son animados en las tiendas parisinas debido a la gran cantidad de artículos que se venden a precios de risa. Sin embargo, una risa no es precisamente lo que estas ofertas pueden sacar siquiera a los propietarios de los pequeños comercios, cuyo número está cayendo en picado aún más rápido que esos precios.
"Los impuestos son muy elevados. Yo pago un 65% de lo que gano. Y además tengo que pagar a mis empleados y comprar los insumos. Prácticamente no gano nada", asegura Mario, dueño de una pizzería que cada día se pone el delantal para cocinar tratando de mantener a flote su negocio.
Para Pascal, cuya floristería se ha mantenido durante 25 años en el mercado, esta temporada de rebajas es la última. A lo largo de muchos meses, las contribuciones tributarias estaban devorando todas sus ganancias. Y no le sorprende el hecho de que solo los empresarios extranjeros estén dispuestos a adquirir su tienda, puesto que el bolsillo francés está vacío.
"Aquí no entienden que los pequeños empresarios somos los motores de la economía y la garantía del desarrollo del Estado. Nos están estrangulando. La situación es tan dramática como en Grecia, Italia y España. El desempleo se ha disparado", explica.
Los recortes del gasto público y el incremento de los impuestos fue la receta anticrisis que implementó el Gobierno socialista que llegó al poder el año pasado en Francia. No obstante, al parecer esta medicina ha tenido efectos adversos.
Según una investigación realizada por la alianza de los contribuyentes de Francia, el último año se registraron 250 aumentos de impuestos. Además, se estima que para 2015, cuando expira el mandato del actual Gobierno, este número va a alcanzar los 300.
"Cada vez hay más impuestos, más regulaciones. A cambio recibimos solo más incertidumbre. Los empresarios no saben cómo cambiará su situación el próximo año o incluso el próximo mes. Para ellos es imposible realizar cualquier planificación. No hay inversiones ni empleo, lo que se traduce en una ausencia de crecimiento", comenta el experto en derecho fiscal Jean-Philippe Delsol.
"Los impuestos son muy elevados. Yo pago un 65% de lo que gano. Y además tengo que pagar a mis empleados y comprar los insumos. Prácticamente no gano nada", asegura Mario, dueño de una pizzería que cada día se pone el delantal para cocinar tratando de mantener a flote su negocio.
Para Pascal, cuya floristería se ha mantenido durante 25 años en el mercado, esta temporada de rebajas es la última. A lo largo de muchos meses, las contribuciones tributarias estaban devorando todas sus ganancias. Y no le sorprende el hecho de que solo los empresarios extranjeros estén dispuestos a adquirir su tienda, puesto que el bolsillo francés está vacío.
"Aquí no entienden que los pequeños empresarios somos los motores de la economía y la garantía del desarrollo del Estado. Nos están estrangulando. La situación es tan dramática como en Grecia, Italia y España. El desempleo se ha disparado", explica.
Los recortes del gasto público y el incremento de los impuestos fue la receta anticrisis que implementó el Gobierno socialista que llegó al poder el año pasado en Francia. No obstante, al parecer esta medicina ha tenido efectos adversos.
Según una investigación realizada por la alianza de los contribuyentes de Francia, el último año se registraron 250 aumentos de impuestos. Además, se estima que para 2015, cuando expira el mandato del actual Gobierno, este número va a alcanzar los 300.
"Cada vez hay más impuestos, más regulaciones. A cambio recibimos solo más incertidumbre. Los empresarios no saben cómo cambiará su situación el próximo año o incluso el próximo mes. Para ellos es imposible realizar cualquier planificación. No hay inversiones ni empleo, lo que se traduce en una ausencia de crecimiento", comenta el experto en derecho fiscal Jean-Philippe Delsol.
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