El presidente venezolano, Nicolás Maduro, confirmó este miércoles que días atrás conversó telefónicamente con su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien ya ha aludido al intercambio en comentarios a la prensa.
"Hace unos 10 días aproximadamente, de la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores y tuve una conversación telefónica con el presidente Donald Trump", reveló el mandatario en una jornada de trabajo televisada.
Tras referir que el evento había sido reseñado ampliamente "en la prensa mundial", apuntó que producto de su aprendizaje de seis años como canciller y su tiempo como jefe de Estado, prefiere mantener la "prudencia diplomática", con lo que declinó ofrecer más detalles.
"A mí no me gusta la diplomacia de micrófono. Cuando hay cosas importantes, en silencio tienen que ser, hasta que se den", alegó, para luego mencionar que "la conversación fue en un tono de respeto" e incluso que "fue cordial".
"Si esa llamada significa que se están dando pasos para un diálogo respetuoso, de Estado a Estado, de país a país, bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz", agregó.
Rechazo a la guerra
Maduro reiteró que la sociedad estadounidense está "harta de guerras eternas", pues su historial bélico, que incluye conflictos prolongados en lugares como Vietnam, Irak, Afganistán o Libia, les ha dejado "marcas en su psicología colectiva como país".
"Creo que el camino del pueblo de EE.UU. y el pueblo de Venezuela, tiene que ser un camino de respeto, de diplomacia y de diálogo. Hasta ahí voy a decir", completó.
Claves de la agresión de EE.UU.
- Despliegue militar: desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos.
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin evidencia de que realmente traficaran con estupefacientes.
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin pruebas a Maduro de liderar un cártel de narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
Postura venezolana: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
Falta de sustento: organismos como la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia EE.UU., ya que más de 80 % de las drogas que circulan en la región, lo hacen a través de la ruta del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.


