El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, nombró como punto clave de discrepancia en las negociaciones de paz en el conflicto ucraniano el tema de las condiciones que pueden aceptar tanto Kiev como Moscú para poner fin a las hostilidades, incluyendo la cuestión territorial.
Hablando en una entrevista para Fox News este martes, Rubio explicó que, aunque al inicio el presidente estadounidense Donald Trump consideraba que el acuerdo sobre Rusia y Ucrania sería "el más fácil" de lograr, en realidad "se ha convertido en el más difícil". Según el secretario de Estado, se trata de "la guerra más ilógica", aquella que "lógicamente debería terminar" porque "nadie la está ganando en el sentido tradicional".
Señaló que, a estas alturas, la línea del frente se concentra "en un espacio de entre 30 y 50 kilómetros y el 20 % restante de la región de Donetsk [en referencia a los territorios de la República Popular rusa de Donetsk que todavía permanecen bajo control del régimen de Kiev]". En cuanto a los objetivos de Washington, dijo que se intenta definir "qué podrían aceptar los ucranianos" de forma que reciban garantías de seguridad, puedan reconstruir su economía y "prosperar como país".
Rubio resumió así el nudo principal del proceso: "¿Qué puede aceptar Ucrania, dado toda la dinámica que acabo de describir, y qué aceptará Rusia?". En este contexto, recordó que, al final, la decisión no depende de Washington, ya que no se trata de un conflicto directo con la participación de sus tropas y tiene lugar en otro continente. No obstante, sostuvo que EE.UU. está implicado porque "no hay ningún otro país en el mundo que pueda hacerlo".
"Los países europeos no pueden, los chinos no pueden. El único líder en el mundo que puede hablar con ambas partes y cerrar un acuerdo, si es posible, es el presidente Trump", aseveró, añadiendo que este "ha sido muy paciente" y ha dedicado "mucho tiempo", al igual que "las principales figuras de su Administración".
La participación de Moscú
Sobre las críticas a los contactos con Moscú, Rubio afirmó que "hay personas irracionales" que sostienen que solo se debe hablar con la parte ucraniana y "no hablar en absoluto con los rusos". "No puedes acabar con la guerra entre Rusia y Ucrania sin hablar con Rusia", sostuvo, rechazando esa postura de forma tajante.
El asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, confirmó que se habló de la cuestión territorial en la reunión entre el presidente Vladímir Putin y el enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, que tuvo lugar este martes en Moscú. "Se han discutido cuestiones territoriales, sin las cuales no vemos solución a la crisis", subrayó.
El contexto actual no es favorable para Ucrania, en vista del enorme escándalo de corrupción que sacude al entorno cercano del líder del régimen, Vladímir Zelenski, y llevó a la destitución del jefe de su Oficina y principal negociador, Andréi Yermak. El propio Trump sugirió el domingo que eso debilita la posición de Ucrania.
En el frente, Kiev también encara una situación compleja. La iniciativa está en manos de las fuerzas rusas, según afirmó Putin en una reunión con comandantes militares celebrada el 30 de noviembre y reportada este lunes por el Kremlin, cuando se conoció la liberación de la ciudad clave de Krasnoarmeisk (conocida en Ucrania como Pokrovsk), en la República Popular de Donetsk. El presidente destacó la importancia de tal avance para Rusia: "Nos ayudará a resolver de forma progresiva todas las tareas principales que se nos plantean y que se establecieron inicialmente al inicio de la operación militar especial".
- La propuesta de Moscú contempla que Kiev retire completamente sus tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022) y reconozca estos territorios, así como a Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación de Rusia. Además, debe garantizarse la neutralidad, la no alineación, así como la desnuclearización, desmilitarización y desnazificación de Ucrania.



