El caso de los asesinatos a dos bebés y a sus padres cometidos por soldados británicos en Afganistán trascendió durante una investigación judicial de muertes de civiles en el país asiático entre 2010 y 2013, informó la revista digital The Cradle este martes.
Además, el medio recogió las declaraciones del oficial del Servicio Aéreo Especial (SAS) identificado como N1466 sobre el encubrimiento de este y otros espeluznantes crímenes de guerra por parte del entonces director de la fuerza especial y otros altos mandos del Ejército. El hombre mostró preocupación por el "asesinato ilegal de personas inocentes, incluyendo niños, pero también por la ausencia de […] la respuesta de todos los oficiales, incluyendo oficiales de muy alto rango en la cadena de mando".
Según el alto cargo, las ejecuciones extrajudiciales eran generalizadas y "conocidas por muchos" dentro de la fuerza especial, y apuntó a un caso en particular, sin mencionar el momento o el lugar exacto de lo sucedido. Entre las "personas que murieron innecesariamente", mencionó a "dos bebés baleados en su cama junto a sus padres".
Con este testimonio se podía hablar de una especie de "cáncer" en el comportamiento ilícito dentro de una unidad específica del SAS. Los efectivos habían ido a Afganistán "para establecer la ley y el orden, la seguridad humana y la justicia", señaló, agregando que el resultado era un fracaso. Al mismo tiempo, sostuvo que "no es lealtad a tu organización quedarte de brazos cruzados y ver cómo todo se va al garete".
Otro oficial anónimo también declaró ante la investigación que los crímenes de guerra expuestos "probablemente fueran solo la punta del iceberg".
La investigación se abrió en 2023 y fue dirigida por el juez Charles Haddon-Cave, detalla el medio.
Un portavoz del Ministerio de Defensa británico aseguró que el Gobierno "está plenamente comprometido con apoyar la investigación independiente sobre Afganistán mientras continúe su labor" y se mostró agradecido a todos los empleados, tanto en servicio activo como retirados que hayan ofrecido sus testimonios a la investigación. Y eso que al principio el Ministerio estaba reticente a aprobar la investigación.
En una de las revelaciones anteriores, hace cinco años, un testigo denunció ante un tribunal británico una "política deliberada" de matar a hombres afganos desarmados, implementada por una unidad del Ejército. Asimismo, un grupo de pilotos de drones estadounidenses confesaron en una entrevista que seguían el patrón "matar por matar" en sus ataques "punitivos" realizados en suelo afgano en 2019.
