Las autoridades brasileñas detallaron este miércoles cómo se planificó la operación policial más letal en la historia de Río de Janeiro, que dejó 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, en los complejos de favelas de Penha y Alemão.
Según explicó a O Globo el secretario de la Policía Militar, Marcelo Menezes, el operativo —preparado durante 60 días— aplicó una táctica conocida como "Muro del BOPE", formado por agentes del Batallón de Operaciones Especiales. Esta estrategia consistió en empujar a los criminales hacia una zona boscosa sin viviendas para evitar enfrentamientos en áreas pobladas.
"Desplegamos tropas del BOPE en la parte más alta de la Sierra de la Misericordia, creando un muro de contención que obligó a los delincuentes a replegarse a la zona elevada mediante otras incursiones. Nuestro principal objetivo era proteger a la gente de bien de la comunidad", dijo la autoridad policial.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD
132 muertos tras la operación policial en las favelas en BrasilUna reciente operación policial en las favelas de Río de Janeiro ha dejado al menos 132 fallecidos, entre ellos 4 policías. Sin embargo, la cifra podría aumentar.https://t.co/QxeydToSkcpic.twitter.com/flomqWD5rC
— RT en Español (@ActualidadRT) October 29, 2025
Menezes indicó que la acción fue planificada basándose en análisis de inteligencia y evaluación de escenarios, y aseguró que "quienes decidieron entregarse fueron arrestados".
El balance oficial indica 115 sospechosos abatidos, 113 detenidos y 118 armas incautadas, entre ellas fusiles de asalto y explosivos. El secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, aseguró que la acción representó "el mayor golpe en la historia del Comando Vermelho desde su fundación en la década de 1970". "Fue una gran pérdida de armas, drogas y liderazgo", añadió el funcionario.
El secretario de Seguridad Pública, Victor Santos, afirmó que desplazar el enfrentamiento hacia la zona de mata fue una decisión "para preservar vidas inocentes". Admitió que "la alta letalidad era previsible, pero no deseada", y que el operativo se llevó a cabo sin apoyo aéreo "para no exponer a los agentes en el área forestal". Según Santos, los 115 fallecidos eran todos criminales, y solo hubo cuatro civiles heridos sin gravedad.
Mientras tanto, familiares de las víctimas ingresaron por su cuenta en las zonas boscosas para recuperar cuerpos tras los tiroteos. Consultado sobre la ausencia de ayuda policial, Santos sostuvo que los agentes "no sabían de la existencia de esos cadáveres" y que, en esas condiciones, "era imposible realizar otra acción que no fuera preservar la propia vida".


