Venezuela ha sido clara: cualquier tipo de amenaza o agresión que ponga en riesgo la seguridad nacional provocará la activación del decreto de excepción de conmoción externa, contemplado en la Constitución del país suramericano.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, contempla la aplicación del decreto de conmoción exterior, luego de que su aplicación fuera propuesta por él durante una reunión del Consejo de Estado y consultada con el recién instalado Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, compuesto por diputados, autoridades nacionales, regionales y locales y distintos sectores de la sociedad venezolana. La conmoción exterior tendrá rango y fuerza de ley una vez que sea dictada por el presidente durante un Consejo de Ministros y deberá ser publicada en la Gaceta Oficial. Su duración es de 90 días, con la posibilidad de prórroga por 90 días más.
Este instrumento constitucional permite proteger la soberanía nacional frente a amenazas externas, en el contexto del despliegue militar y las agresiones que mantiene EE.UU. desde agosto pasado en aguas del Caribe, para supuestamente luchar contra los cárteles de droga, lo que ha sido refutado por Caracas, al considerar a este tipo de operaciones como una forma para apropiarse de las riquezas naturales del país.

¿Por qué la conmoción exterior?
Este decreto, como lo explicó la vicepresidenta en una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, pretende "proteger la integridad territorial, la soberanía e independencia", así como "los intereses vitales, estratégicos de la República frente a cualquier violación o agresión externa".
Así, ante cualquier tipo de agresión, entraría en vigor el decreto de conmoción exterior, que le da poderes especiales al jefe de Estado para actuar en materia de defensa y seguridad. Esto contempla la movilización de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en todo el territorio; la toma militar de la infraestructura asociada a los servicios públicos, las industrias básicas e hidrocarburos; la activación de "todos los planes de seguridad ciudadana"; de la Milicia Bolivariana en el sistema integrado de defensa y el cierre de fronteras terrestres, marítimas y aéreas.

Asimismo, se podrán activar todo tipo de planes económicos, políticos, sociales para "garantizar la vida nacional".
¿Cómo se define?
En el artículo 236 de la carta magna venezolana se establece que el presidente tiene la facultad de "declarar los estados de excepción y decretar la restricción de garantías en los casos previstos en esta Constitución".
Así, según el artículo 338 de la norma fundamental, podrá decretarse el estado de conmoción interior o exterior cuando haya un "conflicto interno o externo, que ponga seriamente en peligro la seguridad de la nación, de sus ciudadanos o de sus instituciones".
Por su parte, la Ley Orgánica de los Estados de Excepción contempla que solo podrán "declararse ante situaciones objetivas de suma gravedad que hagan insuficientes los medios ordinarios que dispone el Estado para afrontarlos".

"Constituyen causas, entre otras, para declarar el estado de conmoción exterior todas aquellas situaciones que impliquen una amenaza a la Nación, la integridad del territorio o la soberanía", dice el instrumento legal de 2001.
Conforme a lo establecido en la mencionada ley, no podrán ser restringidas las garantías de los derechos a la vida, a la igualdad jurídica, a la libertad personal, a la prohibición de la desaparición forzada, al debido proceso, al amparo constitucional, a la participación, al sufragio, a la información, entre otras establecidas en leyes nacionales y acuerdos internacionales.
Una vez decretado el estado de excepción, el presidente "podrá delegar su ejecución, total o parcialmente, en los gobernadores, alcaldes, comandantes de guarnición o cualquier otra autoridad". Asimismo, "toda persona está obligada a cooperar con las autoridades competentes para la protección de personas, bienes y lugares".
Con base en la Carta de Naciones Unidas
La vicepresidenta venezolana expuso que quienes "se atreven a amenazar o agredir" a una nación "no leen, pisotean y desconocen" la Carta de Naciones Unidas, que recoge los principios de las relaciones internacionales, y que el país suramericano acata al decretar la conmoción externa.
"Los países que no somos potencia militar, tenemos una potencia que es la legalidad internacional", recordó.
Rodríguez se refirió al artículo 2, numeral 4 de ese tratado internacional, donde se establece: "Los miembros de la organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.
Asimismo, citó el artículo 51, en el que se afirma: "Ninguna disposición de esta carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales".
En agosto, medios internacionales informaron sobre un despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe, supuestamente para enfrentar a los cárteles de la droga. Paralelamente, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del presidente venezolano bajo la acusación —nunca sustentada— de liderar un "cártel de narcotráfico".
Hasta el momento, Washington afirma haber bombardeado tres embarcaciones en el Caribe, que han dejado al menos 17 víctimas mortales. En la región, Colombia ha tildado estas muertes de "asesinatos". Del mismo modo, organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han manifestado que "las personas no deben morir por usar, vender o consumir drogas".
- En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Trump ratificó que su país seguirá realizando acciones militares y bombardeos en el Caribe para supuestamente "destruir a los terroristas venezolanos y las redes de tráfico que dirige Nicolás Maduro", sin aportar prueba alguna de sus acusaciones.
- Maduro sostiene que su país es presa de "una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU. en interés de propiciar un "cambio de régimen", mientras que su par estadounidense dijo que no ha entablado conversaciones con miembros de su Gobierno para esos fines.
- Tras el despliegue militar estadounidense, los cancilleres de bloques como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) han pedido que se respete la declaración de la región como una zona de paz.