Pese a los intentos de Occidente, ningún tercer país es capaz de detener el comercio entre China y Rusia, declaró este domingo el ministro ruso de Desarrollo Económico, Maksim Reshétnikov, al término de la 28.ª reunión del Subcomité de ambos países para la Cooperación comercial y económica.
Tanto Europa como Estados Unidos "intentan constantemente imponer sanciones", razón por la que —admitió— "toca ir reconfigurando algo". "Pero les aseguro que es imposible que un tercer país detenga nuestro comercio", recalcó el ministro a los periodistas.
En este sentido, el funcionario destacó la estabilidad de las relaciones comerciales entre ambas naciones, a la que, "en gran medida", contribuye el hecho de que el comercio se mantenga equilibrado: "hay veces cuando China nos suministra más y otras veces nosotros le suministramos más a ellos".
El volumen del comercio entre Moscú y Pekín casi alcanzó en 2024 los 30 billones de rublos (unos 239.200 millones de dólares), marcando un récord histórico, recordó Reshétnikov. "China es nuestro principal socio" mientras que Rusia está entre "los cinco principales socios" del gigante asiático, apuntó, agregando que "los objetivos propuestos son mucho más grandes".
