Tras el fin de la 'guerra de 12 días' entre Irán e Israel, el equilibrio de poder en Oriente Medio ha cambiado, mientras se intensifican las tensiones entre el país hebreo y Turquía.
Ambos países buscan ampliar su influencia en la región, en un contexto de deterioro progresivo de sus relaciones bilaterales, agravado por las acciones de Tel Aviv contra Gaza y otros Estados vecinos, así como por las duras críticas del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del Instituto Quincy para la Gobernanza Responsable (EE.UU.), considera que la cuestión no es si se producirá un enfrentamiento entre Ankara y Tel Aviv, sino la forma y alcance que tendrá.
La "amenaza turca"
En enero, un comité gubernamental israelí encargado de seguridad y estrategia publicó un informe que presenta a Turquía como una amenaza. El comité recomendó prepararse para una posible guerra con Ankara y aumentar el presupuesto de defensa en 15.000 millones de shekels (4.500 millones de dólares).
"Estamos siendo testigos de cambios fundamentales en Oriente Medio. Irán ha sido durante mucho tiempo nuestra mayor amenaza, pero están entrando en escena nuevas fuerzas y debemos estar preparados para lo inesperado", declaró Netanyahu al comentar esas recomendaciones.

Tras el alto el fuego con Irán, algunos medios israelíes han intensificado su retórica antiturca, presentándola como un peligro mayor. El periódico Israel Hayom, el más leído del país, publicó un artículo del periodista Shay Gal titulado 'Turquía es el nuevo Irán', en el que exigía una "respuesta estratégica independiente de Israel" ante lo que calificó como "políticas inconsistentes de Estados Unidos y Europa" hacia Ankara.
La publicación también destaca la central nuclear turca de Akkuyu, cuyo funcionamiento está destinado a satisfacer las necesidades energéticas del país y cumple con las respectivas normativas. Sin embargo, el autor argumenta que la "insistencia [de Turquía] en el enriquecimiento independiente de uranio sugiere un rápido cambio hacia la capacidad nuclear militar".

Además, señaló que Tel Aviv debe garantizar "la capacidad operativa para atacar activos militares turcos, de forma similar a sus acciones demostradas contra las amenazas iraníes".
Un artículo similar, firmado por dos columnistas, apareció en The Jerusalem Post esta semana. En él se afirma que Ankara "ha socavado constantemente la paz en Oriente Medio, proyectando una influencia desestabilizadora que contrasta radicalmente con los esfuerzos de Israel por neutralizar las amenazas regionales".
En la publicación también se recuerda una declaración de Erdogan hecha en 2019, en la que afirmó que no puede prohibir a Turquía tener armas nucleares mientras Israel las tenga. Al mismo tiempo, el artículo afirma que Ankara "aprovecha su membresía en la OTAN como inmunidad" y que buscaría liderar "una ofensiva anti-cruzada de los musulmanes contra Israel".
Ankara refuerza sus defensas
Las autoridades turcas perciben igualmente una amenaza en las acciones israelíes. Tras el inicio de los ataques de Israel contra Irán, el presidente Recep Tayyip Erdogan advirtió que las acciones del país hebreo representan un peligro para la región.
🗣️"Netanyahu ha superado con creces a Hitler en el crimen de genocidio"Recep Tayyip Erdogan condenó los ataques de Israel en Oriente Medio y aseguró que el primer ministro del país hebreo, Benjamín Netanyahu, ha superado "con creces" las atrocidades de Adolf Hitler.… pic.twitter.com/HTxk2VAtmE
— Sepa Más (@Sepa_mass) June 18, 2025
"Los ataques de Netanyahu y su red de masacres, que han incendiado toda nuestra región, deben detenerse sin falta", declaró. También manifestó que "Netanyahu ha superado con creces al tirano Hitler en crímenes de genocidio", refiriéndose al conflicto en Gaza.
Erdogan también alertó sobre los riesgos para la seguridad turca, señalando que "todas las instituciones están en alerta ante los posibles efectos" de los ataques israelíes contra Irán.
Al mismo tiempo, Devlet Bahceli, un influyente político turco y aliado del presidente, acusó a Israel de buscar rodear la región de Anatolia —de mayoría kurda— para desestabilizar a Turquía. "El objetivo político y estratégico de Israel es rodear la región de Anatolia, socavando el objetivo de una Turquía sin terrorismo en nombre de sus dueños", afirmó.

"Los que afirman que no subestimamos a Israel y a nuestro país son unos tontos que no han aprendido nada de la historia, de la vida y de los acontecimientos", añadió.
En un contexto del conflicto entre Israel e Irán, Erdogan anunció planes para reforzar las capacidades defensivas del país, incluyendo mayor producción turca de misiles de medio y largo alcance con el fin de "alcanzar una capacidad defensiva tan fuerte que nadie se atreva siquiera a mostrarnos dureza".
¿Seguridad a costa de otros?
Como señala Asli Aydintasbas, el conflicto entre Ankara y Tel Aviv trasciende lo geopolítico, reflejando también diferencias ideológicas.
El proyecto 'El siglo de Turquía' de Erdogan supone una política exterior ambiciosa, ampliando la influencia turca en el extranjero. A su vez, la coalición gobernante israelí persigue el dominio militar en Líbano, Gaza y Siria. "Estas visiones del mundo contrapuestas dejan poco margen para el compromiso", concluye.
El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, mostró esta nueva percepción sobre Tel Aviv. "No existe un problema palestino, libanés, sirio, yemení o iraní, sino claramente un problema israelí", declaró el ministro durante una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica. La columnista indica que existe un 'reflejo especular' de esta obsesión en Israel, donde una parte de los oficiales de seguridad ve cada vez más la influencia regional de Turquía como una amenaza a largo plazo, "más peligrosa que Irán".
Por su parte, Trita Parsi señala que no se trata de si Israel y Turquía optan por la rivalidad, sino cómo manejarán esa rivalidad: mediante la confrontación o una gestión pacífica. La doctrina de Israel implica un enfoque de confrontación, ya que supone alcanzar la seguridad no mediante el equilibrio, sino mediante el dominio sobre sus rivales, opina.

El acercamiento turco al nuevo gobierno de Siria ha aumentado las preocupaciones israelíes. Sin embargo, la membresía de Turquía en la OTAN y el G20, junto con su resiliencia económica, complican cualquier confrontación abierta, señala el experto.
"Pero mientras Israel crea que su seguridad solo puede lograrse dominando militarmente a todos sus vecinos que puedan representar una amenaza —es decir, aquellos que tienen la capacidad de hacerlo, independientemente de si tienen la intención o no—, entonces el surgimiento de Turquía como una gran potencia en la región la pondrá en la mira de Israel, le guste o no", concluyó.