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Empresas al límite: tienen que enseñar a la generación Z reglas básicas de higiene y comportamiento
Además, los nuevos empleados ponen en duda de manera habitual las instrucciones recibidas, lo que hace que los empleadores perciban sus actitudes como un desafío a su autoridad.
En respuesta al creciente choque cultural entre jefes y jóvenes empleados, varias empresas del área de San Francisco, en California, han comenzado a contratar entrenadores de etiqueta para mejorar las habilidades profesionales básicas de los trabajadores de la generación Z, publica este sábado un medio de la ciudad estadounidense.
La instructora de etiqueta Rosalinda Randall ha visto en los últimos dos meses un aumento del 50 % en la solicitud de consultas por parte de clientes, unos clientes que incluyen desde parques de investigación hasta grandes compañías tecnológicas.
Sus servicios, que consisten en talleres de 90 minutos por los que cobra hasta 2.500 dólares, abordan los problemas con los que más a menudo se encuentran los empleadores, y que abarcan desde la higiene personal hasta normas específicas, como mantener contacto visual, colocarse correctamente la placa de identificación y limpiar los residuos de comida en las mesas del almuerzo. Un problema general que se detecta es que los trabajadores de la generación Z tratan su lugar de trabajo como una extensión de sus hogares.
Por su parte, Melissa Franks, cofundadora de la consultora On Call COO, explica que los nuevos empleados ponen en duda de manera habitual las instrucciones recibidas, lo que hace que los empleadores perciban sus actitudes como un desafío a su autoridad.
Ante esta situación, la especialista propone a los jefes considerar esta resistencia no como un acto de insubordinación, sino como una muestra de la curiosidad propia de la juventud. Para salvar la brecha generacional, Franks insta a las empresas a crear "modelos culturales" para los trabajadores jóvenes mediante un manual detallado que cubra desde el código de vestimenta hasta cómo firmar un correo electrónico correctamente.
Por otro lado, empresas como Salesforce han desarrollado programas propios enfocados en las habilidades blandas (capacidades sociales y personales), la inteligencia emocional y los protocolos para manejar correctamente la plataforma de colaboración Slack. Además, ha incorporado un asistente de inteligencia artificial que muestra preguntas frecuentes y coincidencias de habilidades de nuevos empleados para ayudar a crear conexiones sociales.
Las universidades toman notas
En el sector educativo, instituciones como la Universidad Estatal de San José y la Universidad Estatal de California en East Bay han retomado las cenas formales de etiqueta para graduados próximos al mercado laboral, luego de observar las quejas de los empleadores sobre los nuevos empleados por cuestiones como revisar el teléfono móvil durante entrevistas o reuniones.
En EE.UU. la tasa de desempleo entre los jóvenes de 20 a 24 años alcanza el 6,6 %, muy por encima del promedio nacional del 4 %, y, en un mercado con escasez de empleos de nivel inicial, la generación Z no está en condiciones de cometer errores ya en el principio de su vida laboral. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el 77 % de las empresas registran beneficios en productividad tras invertir en habilidades blandas.
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