
¿Es este el objeto más sucio en su cocina? Un experimento de la respuesta

Con frecuencia escuchamos que la esponja de cocina es uno de los objetos más sucios que hay en nuestras casas, puesto que las bacterias de los platos sucios se reproducen fácilmente en la humedad, convirtiendo a este instrumento de limpieza en un arma biológica.
En un reciente análisis de Roskachestvo, la organización responsable de la calidad de los productos que se venden en las tiendas rusas, develó qué hay de cierto en dicha creencia.
El experimento
Con el fin de comprobar la presencia de microorganismos peligrosos, Roskachestvo analizó cuatro esponjas diferentes. La primera fue analizada tras una semana de uso, la segunda a los 10 días, la tercera después de dos semanas y una cuarta a los 21 días; todas ellas se compararon con una esponja completamente nueva.

La primera esponja, analizada tras una semana de uso, se utilizó para limpiar lo que no cabía en el lavavajillas o lo que se recomendaba lavar a mano, así como el fregadero y un tazón en el que había se había preparado carne cruda. La esponja fue lavada con cuidado utilizando jabón para trastes e inclusive se metió al lavavajillas.
La siguiente, examinada tras 10 días de uso, se empleó para lavar los platos a mano, el fregadero y, en algunas ocasiones, las tablas de cortar en las que hubo carne cruda. Después de usarla, la esponja se lavaba con detergente, se enjuagaba y se ponía a escurrir. El lado suave fue el que se usaba con más frecuencia.
Otra fue estudiada después de 14 días, en los que se usó para lavar la vajilla y el fregadero. Generalmente se enjuagaba bien y se dejaba secando. En este caso el lado suave también fue el que se usaba con más frecuencia.
La última de las esponjas, usada por 21 días, no solo se empleó para lavar platos, sino también la superficie de la estufa de cocina (los fogones u hornallas). Sin embargo, no se usó para limpiar utensilios en los que hubo carne cruda. Esta esponja no siempre se enjuagó, aunque en este caso el lado que se utilizó fue el duro.
Hallazgos
De acuerdo con los resultados, la esponja de cocina está lejos de ser un terrible caldo de cultivo para las bacterias, aunque tampoco se puede decir que sea completamente estéril.
No se encontró salmonela, estafilococo áureo, listeria ni 'Vibrio parahaemolyticus', pero en las esponjas analizadas a los 14 y 21 días se encontró 'E.coli', por lo que se llegó a la conclusión de que las esponjas no deben utilizarse más de 10 días.
Recomendaciones
Algunos de los consejos para mantener su esponja en buen estado son:
- Cambiarla cada semana;
- Enjuagarla con jabón para platos después de haberla usado y retirar la espuma que quede, ya que en ella las bacterias pueden desarrollarse más rápidamente;
- Tener una esponja para la vajilla, una para las superficies y otra para los platos en los que se prepara la carne cruda y las tablas de picar;
- No dejar artículos personales en las superficies en las que cocina;
- Lavarse las manos antes de lavar los platos.
Además, no se recomienda usar vinagre y bicarbonato para desinfectar las esponjas, aunque estos productos sí pueden usarse para las tablas de picar.
Por último, la directora del Centro de Competencia en Seguridad Alimentaria de Roskachestvo, Yelena Spetsenko, asegura que la mejor manera de prevenir la contaminación bacteriana en una esponja es reemplazarla por un cepillo de plástico especial.
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