La postura asumida por República Dominicana en la organización de la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse en diciembre próximo, parece responder a los intereses de un grupo de adolescentes que, para quedar bien con los acosadores de la escuela, discriminan a otros incluso cuando los acosados y ahora marginados han sido históricamente amigos cercanos y solidarios con el que organiza la reunión.
Al asumir la presidencia pro témpore en 2023, el gobierno dominicano anunció que la Décima Cumbre sería inclusiva. Sin embargo, "frente al contexto actual de polarización política", ha decidido extender la invitación "al mayor número posible de países", pero sin incluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela, que son justamente a los que EE.UU. aplica severas medidas coercitivas unilaterales, mientras señala a sus gobiernos de "dictadores", "terroristas" y "narcotraficantes", sin mostrar pruebas de sus afirmaciones.
La propia cancillería dominicana aclaró que para ellos lo primordial es "priorizar el éxito del encuentro" y no trabajar en favor de un diálogo político entre todos los países que integran el continente, una acción diplomática que sería la más adecuada cuando Latinoamérica y el Caribe se enfrentan a una amenaza real de guerra por parte de EE.UU., al activar sus tropas en la región a través del Comando Sur con la mira puesta en Venezuela, bajo el argumento de la lucha contra el "narcoterrorismo".
En medio de ese escenario de tensión geopolítica, que debería incluso preocupar a los propios dominicanos, Santo Domingo alega que uno de sus "principales retos", ahora, es "la celebración" de la Cumbre y no la resolución del actual conflicto por la vía del diálogo entre las partes.
La misma cancillería dominicana reiteró en un comunicado, el pasado 30 de septiembre, su intención de hacer una Cumbre "inclusiva", pero argumentaron que "no todos los espacios multilaterales son iguales".
"Algunos países, por decisión soberana, se mantienen al margen de ciertos foros internacionales, aunque participan activamente en otros. La Cumbre de las Américas, lanzada por Estados Unidos en 1994, pasó a ser coordinada estrechamente por la Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de su Secretaría de Cumbres. Este marco establece limitaciones específicas en cuanto a la participación", explica Dominicana.
El alegato de Dominicana
Dominicana argumenta que estos países no fueron invitados porque ellos mismos se habrían excluido del foro, al "no formar parte" de la Organización de Estados Americanos (OEA) y por no participar en la pasada edición de la Cumbre celebrada precisamente en Los Ángeles, EE.UU., evento en el que estos países también fueron excluidos por el entonces presidente estadounidense, Joe Biden.
Así, Santo Domingo afirma que "dadas las circunstancias hemisféricas", lo que "favorece la mayor convocatoria y asegura el desarrollo del foro", es precisamente la exclusión de los tres países mencionados. Sin embargo, alega la decisión "responde a un criterio estrictamente multilateral" y que "la relación bilateral de República Dominicana con cada uno de estos Estados mantiene características propias".
Con Cuba, dice el Ministerio de Exteriores dominicano, se mantienen relaciones "históricas, sólidas y excelentes", con "intercambios bilaterales en diversas áreas" que "nunca se han interrumpido y han resultado mutuamente beneficiosos". En el caso de Nicaragua "las relaciones son cordiales" y mantienen "un comercio bilateral equilibrado".
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— Cancillería de República Dominicana (@MIREXRD) September 30, 2025
El obstáculo del gobierno de Luis Abinader es exactamente con Venezuela, país con el que afirma tener "profundos lazos históricos", pero al que su administración ha decidido no reconocer "la legitimidad de las dos últimas elecciones presidenciales" ganadas por Nicolás Maduro, cuestión que provocó la suspensión de las relaciones diplomáticas.
"En conclusión, República Dominicana ha adoptado la decisión que considera más favorable para garantizar la mayor participación posible en la Décima Cumbre de las Américas. El gobierno estima preferible crear las condiciones que aseguren el más amplio diálogo político, con el más alto nivel de representatividad hemisférica", señala la diplomacia de la isla caribeña.
"Decisión impuesta"
Tras conocerse la medida de Dominicana, Cuba expresó su "profunda preocupación y rechazo a la decisión impuesta por el gobierno de Estados Unidos a la República Dominicana". La Cancillería cubana señala que la decisión constituye "una evidente claudicación ante las brutales presiones unilaterales del Secretario de Estado estadounidense", Marco Rubio.
La Habana advierte que con esta exclusión, "se consolidaría la involución histórica en este sistema de cumbres y haría imposible un intercambio respetuoso y productivo de la América Latina y el Caribe con la potencia imperialista que vuelve a usar la 'política de cañoneras' y la Doctrina Monroe contra nuestra región".
"De persistir esta decisión, prevalecerá la subordinación y el sometimiento al vecino voraz y expansionista, que amenaza la paz, seguridad y estabilidad regionales en abierto desafío a la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz y comunidad de Estados independientes y soberanos en ejercicio de la libre determinación, en unidad basada en la diversidad", añadió Cuba.
Para el gobierno cubano, la construcción de una Cumbre de las Américas a partir de "la exclusión y la coerción está condenada al fracaso". "No puede hablarse seriamente de 'diálogo político' de Nuestra América con los Estados Unidos sobre bases de censura y exclusión, de inequidad y abuso".
Voces a lo interno de Dominicana
Distintas organizaciones sociales, partidos políticos y personalidades reconocidas de la política dominicana han expresado "su más enérgico rechazo" por la decisión del gobierno de Luis Abinader de excluir a los tres países de la cumbre prevista para el 4 y 5 de diciembre de 2025, en Punta Cana.
La postura de estas organizaciones se hace con base en su fiel e histórica "lucha contra el colonialismo, la injerencia extranjera y buena convivencia entre los pueblos". "Esta decisión vergonzosa no responde a los principios de la Constitución, ni al derecho internacional, ni al espíritu de hermandad entre los pueblos".
A través de un documento difundido en medios locales, las organizaciones indican que la postura de Abinader "constituye una sumisión servil a los dictados del Departamento de Estado de Estados Unidos y de la OEA, la misma organización que en 1965 avaló la invasión militar de nuestro país por el ejército norteamericano".

"Queda demostrado que la 'Cumbre de las Américas' no es un espacio genuino de diálogo, sino un instrumento del imperio norteamericano para consolidar su hegemonía, su injerencia y su saqueo contra nuestros países", agregan los firmantes de la misiva.
Además señalan que Abinader actúa "como un simple 'gobernador de colonia', se pliega a intereses extranjeros y niega la tradición soberana y solidaria de la República Dominicana. Esa postura lacaya no representa al pueblo dominicano ni a la Patria Grande latinoamericana y caribeña".
De igual forma, los firmantes exigen que la región caribeña debe ser respetada como zona de paz y demandan a EE.UU. que retire sus tropas, buques y submarinos nucleares de la región. "¡Fuera yanquis de la República Dominicana y del Caribe!", expresan las organizaciones, que además condenan "los ataques unilaterales en los que han sido asesinados jóvenes caribeños y rechazamos todo intento de involucrar a la armada dominicana en crímenes imperiales en la ficticia lucha contra el narcotráfico en el mar Caribe".
"Cómplices de los intereses monopolistas"
El activista y abogado dominicano Ramón Antonio Veras publicó un artículo en el que condena la "complicidad" del gobierno dominicano con EE.UU. y destaca "la lucha" de Cuba, Venezuela y Nicaragua, por su propia liberación ante el asedio de Washington.
"Con el objetivo de estorbar o poner obstáculos a los procesos de liberación nacional de Cuba, Venezuela y Nicaragua, los intereses monopolistas norteamericanos han recurrido a los métodos más horribles. Los halcones de Washington, en su misión de impedir el avance del proceso liberador en Cuba, Venezuela y Nicaragua, se sirven de gobiernos de América Latina y el Caribe que, como el dominicano, les son dóciles en lo absoluto", expresó Veras.
En ese sentido, dijo que actualmente, "gobiernos como el dominicano no tienen el menor reparo en hacerse cómplices de los intereses monopolistas en actos odiosos, como el genocidio contra Cuba mediante el bloqueo por más de 60 años". Además, indica que la administración de Abinader "dobla las rodillas para hincada", para así "ejecutar actos indecorosos que gustan a los intereses monopolistas de EE.UU.
"La decisión del gobierno dominicano de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua, de la Cumbre de las Américas, hay que verla como un acto normal de sumisión. Cualquier medida que afecte a los tres países marginados del encuentro a efectuarse aquí forma parte de las agresiones en su contra", añadió Veras, al indicar que esas naciones se enfrentan a "las ambiciones desmedidas de las minorías nativas y la rapacidad de los monopolios estadounidenses".
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